Antología "Quehacer Ecológico"


 Antología "Quehacer Ecológico"
Poesía
(VV. AA)
Ediciones Independientes Rubén Sada
Quilmes, Argentina
2013
PRÓLOGO
“Las que conducen y arrastran al mundo no son las máquinas, sino las ideas”. — Víctor Hugo.
En el año 2007, impulsado por un fuerte deseo de protestar contra los saqueos auríferos que dejarían contaminados suelo y agua en nuestra frontera con Chile en el proyecto denominado “Pascua Lama” —aprobado por Argentina y Chile en 2006— comencé a escribir varios tipos de poesía ecologista como un modo de descargar en letras todo lo que mi alma sentía en cuanto a estos temas vitales. Pronto, en 2008 y ya con varias poesías ecológicas escritas, se presentó la idea de realizar en mi ciudad natal el PRIMER RECITAL DE POESÍA ECOLÓGICA DE ARGENTINA. Así fue que empecé a invitar a otros poetas y escritores/as a sumarse a la iniciativa, y la respuesta de ellos fue alentadora. Así, el 15 de Noviembre de 2008 realizamos en Quilmes (Prov. Buenos Aires, Arg.) dicho evento, que tuvo una modesta concurrencia de 50 personas. Como corolario de esta fiesta ecológica se plantó un árbol en el sitio. Uno de los escritores presentes, Néstor Loza, propuso públicamente hacer un libro de todo este fantástico material poético que ese día vio la luz. Así fue como en Julio de 2010, a los seis meses de fundarse el sello editorial que hoy nos nuclea en este libro, nació la primera Antología sobre temas ambientalistas: “SUEÑO ECOLÓGICO”. Ese hermoso libro, el  primero de una trilogía ecológica que vendría, hermanó a 58 escritores de 6 países y los impulsó a publicar un total de 192 páginas con tópicos ecologistas. Fue presentado 9 veces en varios puntos del Gran Buenos Aires, Capital Federal y Santa Fe y fue enviado por correo a varios países del planeta y entregado en mano a varios funcionarios públicos de la política argentina y en algunas escuelas y bibliotecas.
El éxito obtenido en dar a conocer este mensaje, nos impulsó a seguir el camino emprendido en esa misma dirección, con una segunda antología, que se titularía “DESPERTAR ECOLÓGICO”.
Así, en Octubre de 2011 se publicó esa segunda parte de la trilogía con una innovación a nivel diseño editorial, que fue la página cortada o “mensaje silencioso”. Esta vez 50 autores colaboraron para su difusión. Se trató de un hermoso libro ilustrado a todo color y con 124 páginas repletas de obras literarias concientizadoras.
Me place aquí presentar la tercera parte de esta trilogía, que hemos titulado “QUEHACER ECOLÓGICO”.
Es que la clave para que las semilla-ideas que mencionábamos al principio germinen y produzcan buen fruto, es llevar al “quehacer cotidiano” esas ideas, y aplicarlas: “Actuar”.
Difícilmente los respetables lectores de este libro tengan el poder gubernamental para cambiar el mundo, pero sí será esto posible si millones de personas ponen en práctica pequeñas ideas.
Dijo M. Gandhi: “Sé tú el cambio que quieres ver en el mundo”. Esto significa que millones de acciones realizadas al mismo tiempo por millones de personas en diferentes lugares, tienen el mismo resultado sinérgico que va impulsando las grandes transformaciones de la historia. Hoy nos hallamos en un punto del tiempo en el que si la humanidad no piensa bien lo que hace y no mide las consecuencias de lo que hace, no habrá retorno. Es imperioso dejar de cometer daños al planeta y ponerse urgentemente a reparar los que ya se han hecho.
Desde este escritorio editorial queremos respaldar algunas propuestas que quizás ayuden a difundir ambos principios.
No existe en el mundo
nada más poderoso que
una idea a la que le ha
llegado su tiempo.
(Víctor Hugo)
El respeto al medio ambiente es una de las principales enseñanzas que debe ser inculcada en las generaciones venideras durante los años educativos. Los padres tienen un rol fundamental en la concientización de sus hijos sobre el tema.
Tareas didácticas como el plantado de árboles, el reciclado, el manejo de la basura por clases, la utilización de “energías limpias”, etc., son materias que deberían ser obligatorias desde el jardín de infantes. Esto probablemente produciría resultados en unos 15 años, mientras tanto que la generación actual, que va tomando conciencia, los pone en práctica.
Desde las autoridades gubernamentales, tiene que haber una voluntad política para considerar al daño al ecosistema como una “variable” importantísima capaz de neutralizar o directamente anular a todas las demás variables.
Los empresarios deberían velar por políticas de producción acordes a métodos “limpios”. Es que hoy las variables económicas no tienen en cuenta tampoco a la ecología, aunque sí alardeen de ello en sus publicidades. Las cosas más importantes para los empresarios productivos tal vez sean hoy los asuntos financieros y los recursos humanos, pero muchas veces no se tiene en cuenta al planeta. Sin embargo, éste responderá y se defenderá del daño que se le hace. Esto también ya se está viendo bastante en los cataclismos que se suceden periódicamente.
Para ejemplificar lo que aseguro, les contaré un caso a modo de ejemplo. En la década del 70 se desarrolló en la provincia finlandesa de Karelia del Norte un proyecto relacionado con la salud, ante el pedido de ayuda del gobierno para reducir la mortalidad por enfermedades del corazón, excepcionalmente elevada en el este de Finlandia. En un período de 20 años, entre la población masculina de Karelia del Norte, el hábito tabáquico se ha reducido ampliamente y los hábitos dietarios han cambiado notablemente. Estos cambios dietarios han llevado a reducir cerca de un 15% el nivel medio de colesterol sérico en la población, que aumentó la actividad física en su tiempo libre. El índice anual de mortalidad por infarto coronario en la población masculina de mediana edad (65 años) en Karelia del Norte se ha reducido más del 50 %.
El éxito del “Proyecto Karelia del Norte” demostró que un programa comunitario bien planeado, decidido, integrado y difundido, puede tener un impacto substancial en los estilos de vida y factores de riesgo y que tal desarrollo conduce a índices reducidos de enfermedades en la comunidad. Un proyecto nacional de demostración puede ser una fuerte herramienta de desarrollo favorable: “El descenso en la mortalidad por enfermedad cardíaca en Finlandia ha sido durante los últimos años uno de los más vertiginosos en el mundo”.(1)
Del mismo modo, desde una perspectiva lógica, una acción sinérgica propulsada por los gobiernos del mundo en defensa del medio ambiente y donde intervengan todos los sectores de la sociedad, incluidos empresarios, medios de difusión masiva y población en general, podría producir los cambios necesarios para que se revierta la actual tendencia contaminadora y mejorar la calidad de vida del mundo.
Pensemos en cuántos millones de dólares se destinan a la cura del cáncer. ¿No sería también apropiado evitar sus causas? El Indicador de Calidad Ambiental [ICAPI] estudio hecho para la Cuenca Matanza Riachuelo(2) de Buenos Aires, consideró las siguientes variables fisicoquímicas que producen la contaminación del agua de nuestro Riachuelo y que desembocan directamente en el Río de la Plata, desde donde a más de 12 millones de habitantes se les suministra el agua:
Oxígeno Disuelto: Este parámetro nos permite analizar qué tan contaminada puede estar el agua. Generalmente, a menor nivel de oxígeno disuelto peor será la calidad del agua.
Demanda Química de Oxígeno: Parámetro que mide el consumo de oxígeno no biológico. Las fuentes artificiales que provocan una contaminación orgánica son los desechos domésticos, los cloacales, los que provienen del procesamiento y manufactura industriales.
Compuestos Fenólicos: Perjudiciales tanto para el medio ambiente como para la salud humana, al tratarse de sustancias tóxicas y corrosivas difíciles de degradar.
Detergentes. Sustancias utilizadas en zonas urbanas e industriales, especialmente textiles y curtiembres en cuyos efluentes está presente dada su difícil remoción.
Metales Pesados (Arsénico, Cobre, Cromo, Cadmio, Mercurio, Plomo y Zinc): La característica más sobresaliente de este tipo de compuestos es su alta toxicidad en muy bajas concentraciones. Dicha peligrosidad radica en que son bioacumulables, es decir que producen un aumento progresivo de la cantidad de la sustancia en el organismo que los absorbe.
Efectos de algunos metales pesados en el cuerpo humano:
Arsénico (As): Bronquitis; cáncer de esófago, laringe, pulmón y vejiga; hepatotoxicidad ; enfermedades vasculares.
Cadmio (Cd): Bronquitis, enfisema; nefrotoxicidad; infertilidad; cáncer de próstata; alteraciones neurológicas; hipertensión; enfermedades vasculares.
Cromo (Cr): Nefrotoxicidad; hepatotoxicidad; cáncer de pulmón.
Plomo (Pb): Alteraciones neurológicas (disminución del coeficiente intelectual infantil); nefrotoxicidad; anemia; cáncer de riñón.
Mercurio (Hg): Alteraciones neurológicas, autismo, depresión, bronquitis, neumonías y otras enfermedades respiratorias.
Cianuro: (NaCN): Potencialmente letal, actúa como tóxico.
Los metales pesados, entonces, cada día están generando en las personas leucemia, cáncer de huesos, de próstata, de pulmón, de mama y daños en el ADN, daños al sistema nervioso central y al sistema inmunológico y otras patologías. ¿No sería mejor evitar estos daños a la salud no contaminando el agua que se suministra como potable, en lugar de, luego de provista, vendernos la anhelada cura para el cáncer?
Un capítulo aparte, extenso pero muy importante para discutir, es la proliferación de la actividad megaminera contaminante en toda la región andina. El enorme consumo de agua que requiere esta actividad, reduce la napa freática de la región, llegando a secar pozos de agua dulce y manantiales. Ésta suele terminar contaminada por el drenaje ácido, es decir la exposición al aire y al agua de los ácidos que se forman en ciertos tipos de mena -especialmente las sulfúricas- como resultado de la lixiviación con cianuro para separar el metal aurífero de la roca. Se genera así un vertido de material tóxico que puede continuar durante centurias. Por otro lado, las pequeñas partículas de metales pesados que con el tiempo pueden separarse de los residuos, se aventan, depositándose en el suelo y en los lechos de los cursos de agua e integrándose lentamente en los tejidos de organismos vivos como los peces, principio de la cadena biológica.
En este nuevo libro que se presenta aquí, los poetas, escritores y artistas en general se involucran nuevamente en el tema ecología. Como editor y compilador de este tercer tomo, quiero agradecer el aporte literario de cada uno de ellos, quienes pusieron manos a la obra en su “quehacer ecológico”, no sólo “diciendo” sino también “actuando” en consecuencia, confiando en que las pequeñas ideas sobre el imprescindible “cambio al rumbo ecológico”, serán el motor que el mundo necesita para lograrlo.
Rubén Sada
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(1) Fuente: PROPIA. (Programa de Prevención del Infarto en Argentina) http://www.propia.org.ar
(2) Informe completo descargado desde:

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Presentación de la Antología Quehacer Ecológico
por Rubén Sada:
http://www.youtube.com/watch?v=u29kMYz0i_k


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